Algunos se lo querían comer, así fuera crudo, otros querían elevarlo a héroe nacional, pero a la final, el pulpo Paul murió como suelen hacerlo los ejemplares menos célebres de su especie: en un acuario, luego de dos años de vida, el periodo que normalmente viven estas especies.
Desde su acuario en Oberhausen, Alemania, Paul se convirtió en un "profeta salvaje" al acertar todos los pronósticos que realizó durante el Mundial de Sudáfrica, incluidas las victorias de España en la semifinal ante Alemania y en la final ante Holanda.....
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